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Enfermedad de Dupuytren
Derechos reservados, Copyright © 2004:
Asociación Médica del American British Cowdray Hospital, AC
ANALES MEDICOS
Número
Number 3
Julio-September
July-September 2004Volumen
Volume 4 9
edigraphic.com
edigraphic.com
Trabajo de investigación
ANALES
MEDICOS
HOSPITAL
ABC
Vol. 49, Núm. 3
Jul. - Sep. 2004
pp. 117 - 124
Enfermedad de Dupuytren
Juan Manuel Fernández Vázquez,* Javier Camacho Galindo,* Angélica Luna*
* Ortopedia y Traumatología, Centro Médico ABC.
Recibido para publicación: 13/08/04. Aceptado para publicación: 31/08/04.
Correspondencia: Dr. Juan Manuel Fernández Vázquez FACS
Hospital ABC. Consultorio 205
Sur 136, Col. Las Américas, 01120 México, D.F.
Tels: 5272 2505 y 5272-3182. Fax: 5516-8973
E-mail: fernandezvazquez@yahoo.com
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Dupuytren es una fibromatosis de
la mano caracterizada por la distribución de nódulos
o agregados de fibroblastos inmaduros en una matriz
densa de colágena, que se presenta con contracturas
en flexión progresivas y no reductibles de las articu-
laciones metacarpofalángica e interfalángicas.1 El
primer registro que se tiene de la enfermedad data de
los siglos XII y XIII que reportaban curas milagrosas
de la enfermedad por un sacerdote en Orkney e Is-
landia.2,3 El nombre de la enfermedad se debe al Ba-
rón Guillaume Dupuytren cuyas extensas descripcio-
nes sobre ella fueron publicadas en revistas médicas
parisienses.
Estudios poblacionales muestran que la enfer-
medad de Dupuytren es casi exclusiva de razas
caucásicas, particularmente en descendientes del
norte de Europa. Rara vez ocurre en poblaciones
negras.2,4 En Japón es frecuente, sobre todo en el
norte del país en donde la población tiene mayor
estatura y piel más blanca, aunque presentan me-
nor severidad de la enfermedad. También existe
relación directa en individuos con cabello lacio y
ABSTRACT
Dupuytren’s contracture is a fibromatosis of fascia and palmar lig-
aments of the hand characterized by nodules and progressive con-
tractures of the metacarpophalangeal and interphalangeal joints
of the hand. In some cases it could affect soles of the feet or the pe-
nis. Most patients seek medical care when the disease has pro-
gressed with palpable cords and nodules, changes in the skin and
progressive joint contractures. Usually it is a bilateral disease and
one hand is more affected than the other. There is no relationship
with the dominant hand. 70% of the patients have the pinky finger
affected; in decreasing order of frequency are the ring, middle,
thumb and index fingers. We present a retrospective serie of 57 pa-
tients, 48 male and 9 female surgically treated with Dupuytren’s
disease, all of them had caucasian relatives, 11 had diabetes melli-
tus, 2 alcoholism and 2 epilepsy. The pinky and annular were the
most frecuently affected fingers. Four patients had Peyronie´s dis-
ease and 6 Lederhose´s associated. Satisfactory results were ob-
tained in 95% of the cases. Complication rate was 22% and recidi-
vism was 5%.
Key words: Dupuytren´s contracture,
fibromatosis, fasciectomy.
RESUMEN
La enfermedad de Dupuytren es una fibromatosis de la fascia y los
ligamentos palmares de la mano. Puede también localizarse en
plantas de los pies o en el pene. Está caracterizada por la presencia
de nódulos y contracturas en flexión progresivas y no reductibles
de las articulaciones metacarpofalángica e interfalángicas. La ma-
yoría de los pacientes acuden tardíamente cuando se encuentran
nódulos y cordones palpables, cambios en las características de la
piel y contracturas articulares. Habitualmente es bilateral con una
mano afectada más que la otra sin asociación con la mano domi-
nante. El meñique es, en el 70% de los pacientes, el dedo más afec-
tado y en orden decreciente el anular, medio, pulgar e índice. Se
presenta una serie descriptiva de 57 pacientes (48 hombres y nueve
mujeres) que fueron tratados quirúrgicamente por sufrir la enfer-
medad de Dupuytren; tenían antecedentes de familiares caucásicos,
11 eran diabéticos, dos alcohólicos y dos padecían epilepsia. Los
dedos meñique y anular tuvieron mayor deformidad en flexión; en
cuatro sujetos se presentó asociada a enfermedad de Peyronie y en
seis a enfermedad de Lederhose. El 95% de los casos tuvieron re-
sultado satisfactorio y funcional. El índice de complicaciones fue
de 22% y el de recidiva de 5%.
Palabras clave: Enfermedad de Dupuytren,
fibromatosis, fasciectomía
Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren
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ojos claros.2 La frecuencia en la población general
puede variar desde 2 hasta 42%. Afecta por igual a
hombres y mujeres después de los 80 años de
edad;2, 4 en la gente menor de esta edad afecta de
siete a 15 veces más a hombres que a mujeres; es
extremadamente rara en niños. 2
Los pacientes buscan al médico cuando la enfer-
medad está en estadios avanzados y se encuentran
entre los 50 y 60 años de edad; usualmente es bilate-
ral con una mano más afectada que la otra sin que
exista asociación con la mano dominante.1,2 La en-
fermedad inicia con nódulos, seguidos por el desa-
rrollo de cordones que progresivamente producen las
contracturas digitales. En el 70% el dedo más afecta-
do es el meñique y, por orden decreciente, anular,
medio, pulgar e índice. Puede haber de uno a tres de-
dos afectados en la mano4 (Figura 1).
Existe la diátesis de la enfermedad de Dupuy-
tren que son contracturas bilaterales de predomi-
nio radial que progresan rápidamente en menores
de 40 años de edad, con antecedentes familiares
de enfermedad de Dupuytren y lesiones ectópi-
cas.4,5 Otras formas ectópicas se localizan en las
plantas (enfermedad de Lederhose) (Figura 2),
en el dorso de las articulaciones interfalángicas
proximales (nudillos de Garrod) y en el pene (en-
fermedad de Peyronie).6
Los nódulos y cordones de la fascia palmar y digi-
tal poseen características de una fibromatosis neoplá-
sica benigna, con un comportamiento similar al de los
tejidos sanos durante la cicatrización; se localizan a lo
largo de las líneas longitudinales de tensión en la pal-
ma y dedos.4
La evolución de la enfermedad fue clasificada de
acuerdo con Luck2,3,7,8 en tres estadios histológicos:
1. Fase proliferativa. Fibroplasia de la fascia y
desarrollo de los nódulos con proliferación de
miofibroblastos.
2. Involutiva. Los miofibroblastos se alinean a lo
largo de las líneas de tensión.
3. Residual. Desaparecen los nódulos y se forma
un tejido parecido al cicatricial con ausencia de
miofibroblastos; se desarrollan los cordones.
Existen varias teorías de la patogénesis de la en-
fermedad de Dupuytren y se ha propuesto que la
edad, los factores hereditarios y ambientales contri-
buyen al adelgazamiento de la microvasculatura que
resulta en isquemia localizada y liberación de radica-
les libres que estimulan la proliferación de los miofi-
broblastos.2,4 Se ha propuesto que la aparición de
nódulos y cordones representan diferentes formas de
expresión de la enfermedad, más que estadios, y se
originan de la fascia normal.9
El diagnóstico diferencial debe incluir pseudo-
Figura 2.
Fotografía clínica de la
enfermedad de Lederhose.
Figura 1. Fotografía clínica de nódulos y cordones bilaterales.
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Dupuytren, contracturas articulares intrínsecas, gan-
gliones palmares, quistes de inclusión, tenosinovitis
estenosante, hiperqueratosis ocupacional, tumor de
células gigantes, sarcomas epitelioides y cambios se-
cundarios a artritis reumatoide. En niños y adoles-
centes debe diferenciarse de la camptodactilia.4
En la actualidad no existe tratamiento definitivo
para la enfermedad de Dupuytren. Se han propuesto
múltiples medidas terapéuticas no quirúrgicas y qui-
rúrgicas con el fin de mejorar la función de la mano,
las cuales tienen diversos resultados.2,3,4
MATERIAL Y MÉTODOS
Se revisaron los casos de pacientes con diagnóstico
de enfermedad de Dupytren y expediente clínico
completo que fueron operados por el cirujano pri-
mer autor de este trabajo en un periodo de 26 años
y tres meses (1978-2004). Se analizó tratamiento y
resultado final. Se realizó una hoja de recolección
en Excel donde se recabaron datos de los pacientes
como: edad, sexo, antecedentes familiares, caracte-
rísticas raciales, localización de la deformidad, de-
dos afectados, grados de contractura de las articula-
ciones, y presencia de nodulos y/o cordones. Fue-
ron incluidos todos los pacientes con enfermedad
de Dupuytren comprobada mediante estudio histo-
patológico manejados quirúrgicamente, sin trata-
miento previo. En este estudio no fueron incluidos
enfermos tratados previamente o con recidivas pro-
venientes de otros servicios.
A todos los pacientes se realizó fasciectomía re-
gional a través de un abordaje en zig-zag de Brun-
ner3 bajo isquemia neumática. Todas las heridas
fueron suturadas con puntos simples y material no
absorbible, dejando un férula en extensión; a las
dos semanas se retiró el material de sutura y se
inició hidroterapia en casa con movimientos de
flexión activa, continuando por cuatro semanas
más con la férula, al término de este tiempo se re-
tiró y se continuó con hidroterapia.
Los nódulos de la fascia palmar están formados
por células llamadas miofibroblastos que compar-
ten características tanto de células de músculo liso
como de fibroblastos; son los causantes de las ca-
racterísticas contracturas de fascia palmar, liga-
mentos de los dedos y piel adyacente. La capacidad
contráctil de los miofibroblastos se debe a paquetes
de fibras de actina/miosina dispuestas longitudinal-
mente al eje de la célula, a los desmosomas y hemi-
desmosomas que son uniones entre células y célu-
la-estroma, y a filamentos de fibronectina que unen
las fibras intracelulares con las extracelulares, así
como entre las células.4
En la aponeurosis palmar normal predomina la
colágena tipo I y en menor cantidad la tipo III. Al-
gunos cambios como la alteración de la relación
entre los tipos de colágena, el incremento en el
número de puentes cruzados entre las cadenas de
colágena,2,4 alta expresión de colágenas tipo IV y
VI, laminina y fibronectina que restringen las fa-
ses de involución y residual, sugieren que las gli-
coproteínas del medio extracelular pueden estar
involucradas en la fisiopatogenia.2
Diferentes sustancias, citocinas y factores de cre-
cimiento podrían estar involucradas en la fisiopato-
logía de la enfermedad de Dupuytren. El factor de
transformación de crecimiento β-1 (TGF β-1) puede
inducir la mitosis, la transformación del fibroblasto
en miofibroblasto y aumentar la expresión de actina-
α, promoviendo la actividad contráctil.10,11,12
Se han identificado niveles elevados de TGF β-2,
de hipoxantina, inhibidores de metaloproteasa,
TGF-α, factor de crecimiento derivado de plaque-
tas y factor de crecimiento de fibroblastos que es-
timulan la proliferación celular.2,4,7 La nifedipina,
el verapamilo y las prostaglandinas E1 y E2 inhi-
ben la contracción inducida por el ácido lipofosfa-
tídico y la prostaglandina 2α.13
Los linfocitos auxiliadores T tienen varios efec-
tos sobre los miofibroblastos y fibroblastos en la
enfermedad de Dupuytren, ya que disminuyen los
síntomas y el tamaño de las lesiones tanto de cica-
trices hipertróficas como de nódulos, lo que impli-
ca un posible mecanismo inmunológico en la fi-
siopatología.2
Las lesiones de la enfermedad de Dupuytren
inician en la capa longitudinal de la fascia pal-
mar, respetando las capas profundas; las bandas
flexibles normales se engrosan deformándose en
cordones que ocasionan contracturas en las arti-
culaciones metacarpofalángicas e interfalángicas
proximales y, ocasionalmente, en las interfalán-
gicas distales; en la palma se forman cordones
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pretendinosos y en los ligamentos natatorios; en
los dedos se forman cordones espirales, centrales
y laterales4 (Figura 3).
Los cordones natatorios son resultado del engro-
samiento y acortamiento de los ligamentos natato-
rios que transforma el espacio interdigital normal
con forma de U en forma de V, lo que ocasiona li-
mitación de la abducción y contracturas progresi-
vas en aducción de los dedos.14
Los cordones pretendinosos se deben al engrosa-
miento de las bandas pretendinosas. Producen con-
tractura en flexión de las articulaciones metacarpo-
falángicas debido a que se insertan en la piel en el
pliegue palmar distal.4,14
Los cordones espirales se forman por el engrosa-
miento de la extensión distal de las bandas preten-
dinosas, bandas espirales, bandas laterales digitales
y ligamento de Grayson. Éstos se originan proximal
al cordón pretendinoso, distal a la articulación me-
tacarpofalángica y dorsal al paquete neurovascular
digital; producen la contractura en flexión de las
articulaciones interfalángicas proximales; se locali-
zan lateral al paquete y distalmente se hacen super-
ficiales al unirse con el ligamento de Grayson.4
Los cordones laterales se forman por el engrosa-
miento de la fascia lateral digital. Están asociados
frecuentemente con los cordones natatorios y se
unen a la piel o a la vaina del tendón a través del li-
gamento de Grayson; contribuyen a la contractura
de las articulaciones interfalángicas proximales y,
ocasionalmente, de las distales. 4
Los cordones centrales no tienen su origen en al-
guna estructura anatómica determinada. Habitual-
mente es una extensión del cordón pretendinoso y
son la causa más común de contractura de la articu-
lación interfalángica proximal.4
La resección cuidadosa de los cordones espirales
y laterales es importante para evitar lesionar los pa-
Ligamento
de Grayson
Ligamento
natatorio
Paquete
neuromuscular
Banda
pretendinosa
Ligamento
superficial
transverso
Banda espiral
Banda lateral
digital
Ligamento de
Cleland
A
Cordón
espinal
Músculo
intrínseco Cordón
pretendinoso
Cordón
natatorio
Cordón
lateral
Cordón
central
B
Figura 3. A: Anatomía normal de las bandas digitales. B: Anatomía patológica de los cordones de la enfermedad de Dupuytren.
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quetes neurovasculares ya que son los únicos que
los desplazan15 (Figura 4).
Los ligamentos de Cleland, retinacular transverso
y oblicuo, el transverso de la aponeurosis palmar y
los septos de Legueu y Juvara no están alterados en
esta enfermedad; aunque en la literatura existen re-
portes sobre la lesión de estos septos.13
RESULTADOS
Se realizó un estudio retrospectivo y descriptivo de
marzo de 1978 a junio del 2004, en el que se docu-
mentaron 57 pacientes con diagnóstico de enferme-
dad de Dupytren confirmado mediante histopatolo-
gía. Nueve casos (15.7%) correspondieron a mujeres
y 48 (84.2%) a hombres; el promedio de edad fue de
49 años (rango de 32 a 76). Todos los pacientes te-
nían piel blanca y antecedentes de familiares anglo-
sajones o provenientes del Mediterráneo. Once te-
nían historia de diabetes mellitus, dos de alcoholis-
mo y dos de epilepsia controlada.
En 46 casos la alteración fue unilateral y en 11 bi-
lateral. En 27 sujetos la alteración fue en un dedo, en
10 enfermos en dos dedos, en nueve pacientes en
tres dedos y en 11 sólo afectó a la palma. Los dedos
que con mayor frecuencia se deformaron fueron el
anular y meñique en 29 casos, respectivamente; en
orden decreciente siguieron el dedo medio en 10 ca-
sos, el índice en cinco y el pulgar en dos.
El dedo con mayor deformidad fue el pulgar con
60° de contractura en flexión en la articulación inter-
falángica; le siguió el meñique con un promedio de
57.8° en la articulación interfalángica proximal y
51.1°, tanto en la articulación metacarpofalángica
del mismo como en la interfalángica proximal del
anular, este último tuvo 30.9° en la metacarpofalán-
gica. El dedo medio en promedio tuvo 23.5° en la in-
terfalángica proximal y 26.6° en la metacarpofalán-
gica; el índice tuvo 33.3° en la interfalángica proxi-
mal y 17.5° en la metacarpofalángica.
Cuarenta y ocho (84.2%) presentaron cordones y
35 (61.4 %) nódulos. En la gran mayoría éstos se en-
contraron combinados. En cuatro se presentó asocia-
do a enfermedad de Peyronie y en seis (dos mujeres
y cuatro hombres) a enfermedad de Lederhose.
Todos los pacientes fueron tratados con exéresis de
los cordones y de los nódulos. El diagnóstico fue co-
rroborado por patología en todos los casos. Cincuenta
y cuatro tuvieron un buen resultado: conservaron fun-
ción completa de la mano y mantuvieron las articula-
ciones con un rango de movilidad completo.
Hubo complicaciones en 13 (22%) pacientes: cua-
tro tuvieron disestesias temporales y uno permanen-
te, los ocho restantes presentaron problemas de cica-
trización de la herida. Todos los sujetos con diseste-
sias temporales tenían antecedente de una gran de-
formidad de los dedos y desplazamiento de los
paquetes neurovasculares digitales. El caso que tuvo
disestesias permanentes correspondió a un hombre
de 78 años de edad con antecedente de alcoholismo
crónico. De los ocho pacientes que presentaron pro-
blemas de cicatricación de la herida, cuatro tuvieron
necrosis de algunos de los triángulos secundaria a
hematoma, fueron manejados con lavado de la heri-
da y cierre por segunda intención; los otros cuatro
tuvieron dehiscencia de la herida, éstos fueron trata-
dos con lavado mecánico y cicatrizantes locales en
crema, en ninguno se requirió del uso de injertos de
piel o segunda operación. Las recidivas se presenta-
ron en tres hombres (5%) que tenían una gran defor-
midad previa.
DISCUSIÓN
Existen varios factores asociados a enfermedad de
Dupuytren. El Barón Guillaume Dupuytren fue pro-
bablemente el primero en asociar la enfermedad
Figura 4. Desplazamiento del paquete neurovascular distal du-
rante los diferentes grados de flexión de la articulación interfa-
lángica proximal y la relación con el cordón espiral.
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:rop odarobale FDP
VC ed AS, cidemihparG
arap
acidémoiB arutaretiL :cihpargideM
sustraídode-m.e.d.i.g.r.a.p.h.i.c
sustraídode-m.e.d.i.g.r.a.p.h.i.c
cihpargidemedodabor
Figura 5. Fotografía transoperatoria de fasciectomía a través de
abordaje en zig-zag de Brunner.
con el alcohol, aunque la fisiopatogenia no se cono-
ce bien; de cualquier modo, existe una fuerte aso-
ciación en pacientes que consumen grandes canti-
dades de alcohol.2
El tabaquismo también está implicado por pro-
ducir oclusión microvascular y, subsecuentemen-
te, fibrosis y contractura,2 antecedente que no fue
recabado en nuestros casos. Las labores manuales
pueden acelerar las etapas de la enfermedad des-
pués de suspenderla.16 Los pacientes expuestos a
vibraciones tienen mayor riesgo de desarrollar la
enfermedad. 2,9
Las lesiones traumáticas no son causa, pero pue-
den iniciarla en pacientes con predisposición genéti-
ca. Existen prerrequisitos bien identificados con los
que puede hacerse el diagnóstico de enfermedad de
Dupuytren secundario a trauma.9
La hipercolesterolemia17 está relacionada con en-
fermedad de Dupuytren y, con base en eso, es posi-
ble explicar la alta frecuencia de la enfermedad en
pacientes alcohólicos, diabéticos18 o epilépticos,2,19
porque son condiciones que se asocian con incre-
mento de lípidos séricos.2,20 En artritis reumatoide
existe una frecuencia menor que puede ser secunda-
ria a las altas dosis de inhibidores de las prostaglan-
dinas que se prescriben.2, 4
La herencia familiar de la enfermedad de Dupuy-
tren ha sido descrita desde 1833. Actualmente se han
encontrado varias formas de transmisión como la au-
tosómica dominante de penetrancia variable que en
algunas familias puede identificarse; la aparición de
casos esporádicos puede estar influida por transmisión
autosómica recesiva y la sensibilidad de los tejidos a
los efectos de la exposición al medio ambiente.2
El predominio de enfermedad de Dupuytren en
hombres no se puede explicar, a pesar de que existen
receptores de andrógenos en la fascia palmar y que
la expresión de éstos es mayor en la enfermedad, ya
que los receptores se encuentran expresados en for-
ma similar tanto en hombres como en mujeres.2,21
Tratamiento no quirúrgico
Se han empleado diversos métodos, entre ellos: ra-
diación, dimetilsulfóxido, cremas de vitamina E,
medicamentos anti-gota, terapia física y terapia con
ultrasonido, que en la mayoría no han dado buenos
resultados en el tratamiento de contracturas ya esta-
blecidas. El uso de tracción esquelética continua,
bloqueadores de los canales de calcio (como el ni-
fedipino o verapamilo),13 inyecciones de esteroides
e interferón gamma parecen tener resultados pro-
metedores.4,22 Las inyecciones de esteroides oca-
sionan que los nódulos disminuyan de tamaño y se
suavicen por meses o incluso años en algunos pa-
cientes.23 En la fasciotomía enzimática se inyectan
pecutáneamente 10,000 U de colagenasa; con esta
modalidad se han reportado resultados excelentes
en más del 90% de las contracturas de articulación
metacarpofalángica y más del 66% en articulación
interfalángica proximal;4,20,24 nosotros no tenemos
experiencia con este tratamiento.
Tratamiento quirúrgico
No todos los pacientes tienen indicación quirúrgica.
El objetivo es restaurar la función de la mano. Los
resultados son variables de acuerdo con la técnica
utilizada. En cada paciente se debe considerar: edad,
comorbilidad y expectativas; y tres aspectos en la
planeación quirúrgica: el manejo de la piel, la fascia
y las articulaciones4 (Figura 5).
Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren
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Las opciones para la piel incluyen incisiones y es-
cisiones. Las incisiones incluyen el uso de colgajos
múltiples de avances en V-Y, abordaje de Brunner
en zig zag, e incisiones longitudinales en la línea
media con Z-plastias; con estas últimas se logra buen
resultado por la capacidad de ampliarse y proveer
longitud a la piel acortada. Las incisiones transversas
tienen la ventaja de no dejar una vía para la forma-
ción de cicatrices contráctiles longitudinales, pero
pueden formar hematomas y, en caso de no poderse
cerrar primariamente, requieren de injertos de espe-
sor total. La dermofasciectomía tiene utilidad cuan-
do existe acortamiento cutáneo, en casos de recu-
rrencia o en diátesis.22,25
En la fascia pueden realizarse fasciotomía o fas-
ciectomías. La fasciotomía percutánea libera la ten-
sión sin quitar la fascia enferma, pero está asociada a
un alta recurrencia. La fasciectomía limitada se aso-
cia con mínima morbilidad, aunque también existen
recurrencias.20 La fasciectomía regional es la más
realizada; consiste en resecar toda la fascia enferma
de la palma y dedos por disección longitudinal. La
fasciectomía extensa o radical tiene una recidiva
baja, pero una morbilidad elevada.6
La recurrencia después de tratamiento quirúrgico
depende de las características del paciente, de las en-
fermedades asociadas, del procedimiento elegido y
del tiempo de seguimiento. Son más frecuentes en
pacientes con diátesis.3,23 El 50% de los resultados
dependen del tipo de fasciectomía y del cuidado
postoperatorio con la ferulización y la terapia por
tiempo adecuado.4
Las complicaciones oscilan entre el 17 y 20%.
Generalmente son predecibles y guardan relación
con la severidad de la enfermedad.4,6 Existen com-
plicaciones intraoperatorias, entre ellas lesión del pa-
quete neurovascular digital y lesión de la piel, así
como postoperatorias: pérdida de la flexión, hemato-
ma, necrosis cutánea, infección, edema, dehiscencia
de herida y disestesias.
En la mayoría de los casos de nuestra serie fue
posible establecer antecedente de familiares caucá-
sicos, algunos tuvieron factores asociados como
diabetes y alcoholismo, lo cual concuerda con lo
señalado en la literatura. Los dedos con mayor de-
formidad y el grado de deformidad también coinci-
dieron con lo publicado. La incidencia de compli-
caciones resultó similar a las cifras reportadas en
otros trabajos (17 y 19%);4,6 la mayoría se resolvie-
ron sin necesidad de un procedimiento quirúrgico
secundario. La frecuencia de recidivas también se
encontró dentro de los límites de lo reportado (5%),
aunque en algunos informes se ha notificado una
frecuencia de hasta 30%.3 Consideramos que gran
parte de los buenos resultados obtenidos y del ma-
nejo rápido de las complicaciones se debió al es-
tricto control posoperatorio, manteniendo la feruli-
zación y la rehabilitación desde la segunda semana.
El manejo cuidadoso de los tejidos durante la ciru-
gía es importante para evitar las complicaciones
producidas por el edema que frecuentemente se
presenta después de la intervención quirúrgica; a su
vez, la hemostasia cuidadosa evita la formación de
hematomas que secundariamente pueden producir
una complicación. Es importante conocer la anato-
mía patológica de la enfermedad de Dupuytren por-
que de ello dependerá gran parte del resultado; co-
nocer estas estructuras durante la cirugía reflejará
la adecuada exéresis del tejido afectado y, conse-
cuentemente, al resultado del paciente.
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12. Alioto RJ, Rosier RN, Burton RI, Puzas JE. Comparative ef-
fects of grown factors on fibroblasts of Dupuytren”s tissue
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13. Rayan GM, Parizi M, Tomasek JJ. Pharmacologic regulation
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14. Bilderback KK, Rayan GM. Dupuytren’s cord involving the
septa of Legueu and Juvara: A case report. J Hand Surg
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16. Hueston JT. Dupuytren’s contracture and occupation. J Hand
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629-636.
21. Pagnotta A, Specchia N, Soccetti A. Responsiveness of Du-
puytren’s disease fibroblasts to 5 α-dihydrotestosterone. J
Hand Surg 2003; 28A: 1029-1034.
22. Badalamente MA, Hurst LC. Collagen as a clinical target:
Nonoperative treatment of Dupuytren’s disease. J Hand Surg
2002; 27A: 788-798.
23. Hurst LC, Badalamante MA. Non operative treatment of Du-
puytren’s disease. Hand Clin 1999; 15: 97.
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puytren’s disease with triamcinilone acetonide. J Hand Surg
2000; 25A: 1157-1162.
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percutaneous fasciotomy in the management of Dupuytren’s
contracture. J Hand Surg (Br) 1984; 9: 163.
Premio Nobel de Medicina 1972
Rodney R. Porter
Gerald M. Edelman
“Por sus descubrimientos acerca de la estructura química de los anti-
cuerpos”.

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  • 1. Otras secciones de este sitio: Índice de este número Más revistas Búsqueda Others sections in this web site: Contents of this number More journals Search Artículo: Enfermedad de Dupuytren Derechos reservados, Copyright © 2004: Asociación Médica del American British Cowdray Hospital, AC ANALES MEDICOS Número Number 3 Julio-September July-September 2004Volumen Volume 4 9 edigraphic.com
  • 2. edigraphic.com Trabajo de investigación ANALES MEDICOS HOSPITAL ABC Vol. 49, Núm. 3 Jul. - Sep. 2004 pp. 117 - 124 Enfermedad de Dupuytren Juan Manuel Fernández Vázquez,* Javier Camacho Galindo,* Angélica Luna* * Ortopedia y Traumatología, Centro Médico ABC. Recibido para publicación: 13/08/04. Aceptado para publicación: 31/08/04. Correspondencia: Dr. Juan Manuel Fernández Vázquez FACS Hospital ABC. Consultorio 205 Sur 136, Col. Las Américas, 01120 México, D.F. Tels: 5272 2505 y 5272-3182. Fax: 5516-8973 E-mail: fernandezvazquez@yahoo.com INTRODUCCIÓN La enfermedad de Dupuytren es una fibromatosis de la mano caracterizada por la distribución de nódulos o agregados de fibroblastos inmaduros en una matriz densa de colágena, que se presenta con contracturas en flexión progresivas y no reductibles de las articu- laciones metacarpofalángica e interfalángicas.1 El primer registro que se tiene de la enfermedad data de los siglos XII y XIII que reportaban curas milagrosas de la enfermedad por un sacerdote en Orkney e Is- landia.2,3 El nombre de la enfermedad se debe al Ba- rón Guillaume Dupuytren cuyas extensas descripcio- nes sobre ella fueron publicadas en revistas médicas parisienses. Estudios poblacionales muestran que la enfer- medad de Dupuytren es casi exclusiva de razas caucásicas, particularmente en descendientes del norte de Europa. Rara vez ocurre en poblaciones negras.2,4 En Japón es frecuente, sobre todo en el norte del país en donde la población tiene mayor estatura y piel más blanca, aunque presentan me- nor severidad de la enfermedad. También existe relación directa en individuos con cabello lacio y ABSTRACT Dupuytren’s contracture is a fibromatosis of fascia and palmar lig- aments of the hand characterized by nodules and progressive con- tractures of the metacarpophalangeal and interphalangeal joints of the hand. In some cases it could affect soles of the feet or the pe- nis. Most patients seek medical care when the disease has pro- gressed with palpable cords and nodules, changes in the skin and progressive joint contractures. Usually it is a bilateral disease and one hand is more affected than the other. There is no relationship with the dominant hand. 70% of the patients have the pinky finger affected; in decreasing order of frequency are the ring, middle, thumb and index fingers. We present a retrospective serie of 57 pa- tients, 48 male and 9 female surgically treated with Dupuytren’s disease, all of them had caucasian relatives, 11 had diabetes melli- tus, 2 alcoholism and 2 epilepsy. The pinky and annular were the most frecuently affected fingers. Four patients had Peyronie´s dis- ease and 6 Lederhose´s associated. Satisfactory results were ob- tained in 95% of the cases. Complication rate was 22% and recidi- vism was 5%. Key words: Dupuytren´s contracture, fibromatosis, fasciectomy. RESUMEN La enfermedad de Dupuytren es una fibromatosis de la fascia y los ligamentos palmares de la mano. Puede también localizarse en plantas de los pies o en el pene. Está caracterizada por la presencia de nódulos y contracturas en flexión progresivas y no reductibles de las articulaciones metacarpofalángica e interfalángicas. La ma- yoría de los pacientes acuden tardíamente cuando se encuentran nódulos y cordones palpables, cambios en las características de la piel y contracturas articulares. Habitualmente es bilateral con una mano afectada más que la otra sin asociación con la mano domi- nante. El meñique es, en el 70% de los pacientes, el dedo más afec- tado y en orden decreciente el anular, medio, pulgar e índice. Se presenta una serie descriptiva de 57 pacientes (48 hombres y nueve mujeres) que fueron tratados quirúrgicamente por sufrir la enfer- medad de Dupuytren; tenían antecedentes de familiares caucásicos, 11 eran diabéticos, dos alcohólicos y dos padecían epilepsia. Los dedos meñique y anular tuvieron mayor deformidad en flexión; en cuatro sujetos se presentó asociada a enfermedad de Peyronie y en seis a enfermedad de Lederhose. El 95% de los casos tuvieron re- sultado satisfactorio y funcional. El índice de complicaciones fue de 22% y el de recidiva de 5%. Palabras clave: Enfermedad de Dupuytren, fibromatosis, fasciectomía
  • 3. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 MG 118 edigraphic.com ojos claros.2 La frecuencia en la población general puede variar desde 2 hasta 42%. Afecta por igual a hombres y mujeres después de los 80 años de edad;2, 4 en la gente menor de esta edad afecta de siete a 15 veces más a hombres que a mujeres; es extremadamente rara en niños. 2 Los pacientes buscan al médico cuando la enfer- medad está en estadios avanzados y se encuentran entre los 50 y 60 años de edad; usualmente es bilate- ral con una mano más afectada que la otra sin que exista asociación con la mano dominante.1,2 La en- fermedad inicia con nódulos, seguidos por el desa- rrollo de cordones que progresivamente producen las contracturas digitales. En el 70% el dedo más afecta- do es el meñique y, por orden decreciente, anular, medio, pulgar e índice. Puede haber de uno a tres de- dos afectados en la mano4 (Figura 1). Existe la diátesis de la enfermedad de Dupuy- tren que son contracturas bilaterales de predomi- nio radial que progresan rápidamente en menores de 40 años de edad, con antecedentes familiares de enfermedad de Dupuytren y lesiones ectópi- cas.4,5 Otras formas ectópicas se localizan en las plantas (enfermedad de Lederhose) (Figura 2), en el dorso de las articulaciones interfalángicas proximales (nudillos de Garrod) y en el pene (en- fermedad de Peyronie).6 Los nódulos y cordones de la fascia palmar y digi- tal poseen características de una fibromatosis neoplá- sica benigna, con un comportamiento similar al de los tejidos sanos durante la cicatrización; se localizan a lo largo de las líneas longitudinales de tensión en la pal- ma y dedos.4 La evolución de la enfermedad fue clasificada de acuerdo con Luck2,3,7,8 en tres estadios histológicos: 1. Fase proliferativa. Fibroplasia de la fascia y desarrollo de los nódulos con proliferación de miofibroblastos. 2. Involutiva. Los miofibroblastos se alinean a lo largo de las líneas de tensión. 3. Residual. Desaparecen los nódulos y se forma un tejido parecido al cicatricial con ausencia de miofibroblastos; se desarrollan los cordones. Existen varias teorías de la patogénesis de la en- fermedad de Dupuytren y se ha propuesto que la edad, los factores hereditarios y ambientales contri- buyen al adelgazamiento de la microvasculatura que resulta en isquemia localizada y liberación de radica- les libres que estimulan la proliferación de los miofi- broblastos.2,4 Se ha propuesto que la aparición de nódulos y cordones representan diferentes formas de expresión de la enfermedad, más que estadios, y se originan de la fascia normal.9 El diagnóstico diferencial debe incluir pseudo- Figura 2. Fotografía clínica de la enfermedad de Lederhose. Figura 1. Fotografía clínica de nódulos y cordones bilaterales.
  • 4. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 119 edigraphic.com Dupuytren, contracturas articulares intrínsecas, gan- gliones palmares, quistes de inclusión, tenosinovitis estenosante, hiperqueratosis ocupacional, tumor de células gigantes, sarcomas epitelioides y cambios se- cundarios a artritis reumatoide. En niños y adoles- centes debe diferenciarse de la camptodactilia.4 En la actualidad no existe tratamiento definitivo para la enfermedad de Dupuytren. Se han propuesto múltiples medidas terapéuticas no quirúrgicas y qui- rúrgicas con el fin de mejorar la función de la mano, las cuales tienen diversos resultados.2,3,4 MATERIAL Y MÉTODOS Se revisaron los casos de pacientes con diagnóstico de enfermedad de Dupytren y expediente clínico completo que fueron operados por el cirujano pri- mer autor de este trabajo en un periodo de 26 años y tres meses (1978-2004). Se analizó tratamiento y resultado final. Se realizó una hoja de recolección en Excel donde se recabaron datos de los pacientes como: edad, sexo, antecedentes familiares, caracte- rísticas raciales, localización de la deformidad, de- dos afectados, grados de contractura de las articula- ciones, y presencia de nodulos y/o cordones. Fue- ron incluidos todos los pacientes con enfermedad de Dupuytren comprobada mediante estudio histo- patológico manejados quirúrgicamente, sin trata- miento previo. En este estudio no fueron incluidos enfermos tratados previamente o con recidivas pro- venientes de otros servicios. A todos los pacientes se realizó fasciectomía re- gional a través de un abordaje en zig-zag de Brun- ner3 bajo isquemia neumática. Todas las heridas fueron suturadas con puntos simples y material no absorbible, dejando un férula en extensión; a las dos semanas se retiró el material de sutura y se inició hidroterapia en casa con movimientos de flexión activa, continuando por cuatro semanas más con la férula, al término de este tiempo se re- tiró y se continuó con hidroterapia. Los nódulos de la fascia palmar están formados por células llamadas miofibroblastos que compar- ten características tanto de células de músculo liso como de fibroblastos; son los causantes de las ca- racterísticas contracturas de fascia palmar, liga- mentos de los dedos y piel adyacente. La capacidad contráctil de los miofibroblastos se debe a paquetes de fibras de actina/miosina dispuestas longitudinal- mente al eje de la célula, a los desmosomas y hemi- desmosomas que son uniones entre células y célu- la-estroma, y a filamentos de fibronectina que unen las fibras intracelulares con las extracelulares, así como entre las células.4 En la aponeurosis palmar normal predomina la colágena tipo I y en menor cantidad la tipo III. Al- gunos cambios como la alteración de la relación entre los tipos de colágena, el incremento en el número de puentes cruzados entre las cadenas de colágena,2,4 alta expresión de colágenas tipo IV y VI, laminina y fibronectina que restringen las fa- ses de involución y residual, sugieren que las gli- coproteínas del medio extracelular pueden estar involucradas en la fisiopatogenia.2 Diferentes sustancias, citocinas y factores de cre- cimiento podrían estar involucradas en la fisiopato- logía de la enfermedad de Dupuytren. El factor de transformación de crecimiento β-1 (TGF β-1) puede inducir la mitosis, la transformación del fibroblasto en miofibroblasto y aumentar la expresión de actina- α, promoviendo la actividad contráctil.10,11,12 Se han identificado niveles elevados de TGF β-2, de hipoxantina, inhibidores de metaloproteasa, TGF-α, factor de crecimiento derivado de plaque- tas y factor de crecimiento de fibroblastos que es- timulan la proliferación celular.2,4,7 La nifedipina, el verapamilo y las prostaglandinas E1 y E2 inhi- ben la contracción inducida por el ácido lipofosfa- tídico y la prostaglandina 2α.13 Los linfocitos auxiliadores T tienen varios efec- tos sobre los miofibroblastos y fibroblastos en la enfermedad de Dupuytren, ya que disminuyen los síntomas y el tamaño de las lesiones tanto de cica- trices hipertróficas como de nódulos, lo que impli- ca un posible mecanismo inmunológico en la fi- siopatología.2 Las lesiones de la enfermedad de Dupuytren inician en la capa longitudinal de la fascia pal- mar, respetando las capas profundas; las bandas flexibles normales se engrosan deformándose en cordones que ocasionan contracturas en las arti- culaciones metacarpofalángicas e interfalángicas proximales y, ocasionalmente, en las interfalán- gicas distales; en la palma se forman cordones
  • 5. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 MG 120 edigraphic.com pretendinosos y en los ligamentos natatorios; en los dedos se forman cordones espirales, centrales y laterales4 (Figura 3). Los cordones natatorios son resultado del engro- samiento y acortamiento de los ligamentos natato- rios que transforma el espacio interdigital normal con forma de U en forma de V, lo que ocasiona li- mitación de la abducción y contracturas progresi- vas en aducción de los dedos.14 Los cordones pretendinosos se deben al engrosa- miento de las bandas pretendinosas. Producen con- tractura en flexión de las articulaciones metacarpo- falángicas debido a que se insertan en la piel en el pliegue palmar distal.4,14 Los cordones espirales se forman por el engrosa- miento de la extensión distal de las bandas preten- dinosas, bandas espirales, bandas laterales digitales y ligamento de Grayson. Éstos se originan proximal al cordón pretendinoso, distal a la articulación me- tacarpofalángica y dorsal al paquete neurovascular digital; producen la contractura en flexión de las articulaciones interfalángicas proximales; se locali- zan lateral al paquete y distalmente se hacen super- ficiales al unirse con el ligamento de Grayson.4 Los cordones laterales se forman por el engrosa- miento de la fascia lateral digital. Están asociados frecuentemente con los cordones natatorios y se unen a la piel o a la vaina del tendón a través del li- gamento de Grayson; contribuyen a la contractura de las articulaciones interfalángicas proximales y, ocasionalmente, de las distales. 4 Los cordones centrales no tienen su origen en al- guna estructura anatómica determinada. Habitual- mente es una extensión del cordón pretendinoso y son la causa más común de contractura de la articu- lación interfalángica proximal.4 La resección cuidadosa de los cordones espirales y laterales es importante para evitar lesionar los pa- Ligamento de Grayson Ligamento natatorio Paquete neuromuscular Banda pretendinosa Ligamento superficial transverso Banda espiral Banda lateral digital Ligamento de Cleland A Cordón espinal Músculo intrínseco Cordón pretendinoso Cordón natatorio Cordón lateral Cordón central B Figura 3. A: Anatomía normal de las bandas digitales. B: Anatomía patológica de los cordones de la enfermedad de Dupuytren.
  • 6. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 121 edigraphic.com quetes neurovasculares ya que son los únicos que los desplazan15 (Figura 4). Los ligamentos de Cleland, retinacular transverso y oblicuo, el transverso de la aponeurosis palmar y los septos de Legueu y Juvara no están alterados en esta enfermedad; aunque en la literatura existen re- portes sobre la lesión de estos septos.13 RESULTADOS Se realizó un estudio retrospectivo y descriptivo de marzo de 1978 a junio del 2004, en el que se docu- mentaron 57 pacientes con diagnóstico de enferme- dad de Dupytren confirmado mediante histopatolo- gía. Nueve casos (15.7%) correspondieron a mujeres y 48 (84.2%) a hombres; el promedio de edad fue de 49 años (rango de 32 a 76). Todos los pacientes te- nían piel blanca y antecedentes de familiares anglo- sajones o provenientes del Mediterráneo. Once te- nían historia de diabetes mellitus, dos de alcoholis- mo y dos de epilepsia controlada. En 46 casos la alteración fue unilateral y en 11 bi- lateral. En 27 sujetos la alteración fue en un dedo, en 10 enfermos en dos dedos, en nueve pacientes en tres dedos y en 11 sólo afectó a la palma. Los dedos que con mayor frecuencia se deformaron fueron el anular y meñique en 29 casos, respectivamente; en orden decreciente siguieron el dedo medio en 10 ca- sos, el índice en cinco y el pulgar en dos. El dedo con mayor deformidad fue el pulgar con 60° de contractura en flexión en la articulación inter- falángica; le siguió el meñique con un promedio de 57.8° en la articulación interfalángica proximal y 51.1°, tanto en la articulación metacarpofalángica del mismo como en la interfalángica proximal del anular, este último tuvo 30.9° en la metacarpofalán- gica. El dedo medio en promedio tuvo 23.5° en la in- terfalángica proximal y 26.6° en la metacarpofalán- gica; el índice tuvo 33.3° en la interfalángica proxi- mal y 17.5° en la metacarpofalángica. Cuarenta y ocho (84.2%) presentaron cordones y 35 (61.4 %) nódulos. En la gran mayoría éstos se en- contraron combinados. En cuatro se presentó asocia- do a enfermedad de Peyronie y en seis (dos mujeres y cuatro hombres) a enfermedad de Lederhose. Todos los pacientes fueron tratados con exéresis de los cordones y de los nódulos. El diagnóstico fue co- rroborado por patología en todos los casos. Cincuenta y cuatro tuvieron un buen resultado: conservaron fun- ción completa de la mano y mantuvieron las articula- ciones con un rango de movilidad completo. Hubo complicaciones en 13 (22%) pacientes: cua- tro tuvieron disestesias temporales y uno permanen- te, los ocho restantes presentaron problemas de cica- trización de la herida. Todos los sujetos con diseste- sias temporales tenían antecedente de una gran de- formidad de los dedos y desplazamiento de los paquetes neurovasculares digitales. El caso que tuvo disestesias permanentes correspondió a un hombre de 78 años de edad con antecedente de alcoholismo crónico. De los ocho pacientes que presentaron pro- blemas de cicatricación de la herida, cuatro tuvieron necrosis de algunos de los triángulos secundaria a hematoma, fueron manejados con lavado de la heri- da y cierre por segunda intención; los otros cuatro tuvieron dehiscencia de la herida, éstos fueron trata- dos con lavado mecánico y cicatrizantes locales en crema, en ninguno se requirió del uso de injertos de piel o segunda operación. Las recidivas se presenta- ron en tres hombres (5%) que tenían una gran defor- midad previa. DISCUSIÓN Existen varios factores asociados a enfermedad de Dupuytren. El Barón Guillaume Dupuytren fue pro- bablemente el primero en asociar la enfermedad Figura 4. Desplazamiento del paquete neurovascular distal du- rante los diferentes grados de flexión de la articulación interfa- lángica proximal y la relación con el cordón espiral.
  • 7. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 MG 122 edigraphic.com :rop odarobale FDP VC ed AS, cidemihparG arap acidémoiB arutaretiL :cihpargideM sustraídode-m.e.d.i.g.r.a.p.h.i.c sustraídode-m.e.d.i.g.r.a.p.h.i.c cihpargidemedodabor Figura 5. Fotografía transoperatoria de fasciectomía a través de abordaje en zig-zag de Brunner. con el alcohol, aunque la fisiopatogenia no se cono- ce bien; de cualquier modo, existe una fuerte aso- ciación en pacientes que consumen grandes canti- dades de alcohol.2 El tabaquismo también está implicado por pro- ducir oclusión microvascular y, subsecuentemen- te, fibrosis y contractura,2 antecedente que no fue recabado en nuestros casos. Las labores manuales pueden acelerar las etapas de la enfermedad des- pués de suspenderla.16 Los pacientes expuestos a vibraciones tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. 2,9 Las lesiones traumáticas no son causa, pero pue- den iniciarla en pacientes con predisposición genéti- ca. Existen prerrequisitos bien identificados con los que puede hacerse el diagnóstico de enfermedad de Dupuytren secundario a trauma.9 La hipercolesterolemia17 está relacionada con en- fermedad de Dupuytren y, con base en eso, es posi- ble explicar la alta frecuencia de la enfermedad en pacientes alcohólicos, diabéticos18 o epilépticos,2,19 porque son condiciones que se asocian con incre- mento de lípidos séricos.2,20 En artritis reumatoide existe una frecuencia menor que puede ser secunda- ria a las altas dosis de inhibidores de las prostaglan- dinas que se prescriben.2, 4 La herencia familiar de la enfermedad de Dupuy- tren ha sido descrita desde 1833. Actualmente se han encontrado varias formas de transmisión como la au- tosómica dominante de penetrancia variable que en algunas familias puede identificarse; la aparición de casos esporádicos puede estar influida por transmisión autosómica recesiva y la sensibilidad de los tejidos a los efectos de la exposición al medio ambiente.2 El predominio de enfermedad de Dupuytren en hombres no se puede explicar, a pesar de que existen receptores de andrógenos en la fascia palmar y que la expresión de éstos es mayor en la enfermedad, ya que los receptores se encuentran expresados en for- ma similar tanto en hombres como en mujeres.2,21 Tratamiento no quirúrgico Se han empleado diversos métodos, entre ellos: ra- diación, dimetilsulfóxido, cremas de vitamina E, medicamentos anti-gota, terapia física y terapia con ultrasonido, que en la mayoría no han dado buenos resultados en el tratamiento de contracturas ya esta- blecidas. El uso de tracción esquelética continua, bloqueadores de los canales de calcio (como el ni- fedipino o verapamilo),13 inyecciones de esteroides e interferón gamma parecen tener resultados pro- metedores.4,22 Las inyecciones de esteroides oca- sionan que los nódulos disminuyan de tamaño y se suavicen por meses o incluso años en algunos pa- cientes.23 En la fasciotomía enzimática se inyectan pecutáneamente 10,000 U de colagenasa; con esta modalidad se han reportado resultados excelentes en más del 90% de las contracturas de articulación metacarpofalángica y más del 66% en articulación interfalángica proximal;4,20,24 nosotros no tenemos experiencia con este tratamiento. Tratamiento quirúrgico No todos los pacientes tienen indicación quirúrgica. El objetivo es restaurar la función de la mano. Los resultados son variables de acuerdo con la técnica utilizada. En cada paciente se debe considerar: edad, comorbilidad y expectativas; y tres aspectos en la planeación quirúrgica: el manejo de la piel, la fascia y las articulaciones4 (Figura 5).
  • 8. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 123 edigraphic.com Las opciones para la piel incluyen incisiones y es- cisiones. Las incisiones incluyen el uso de colgajos múltiples de avances en V-Y, abordaje de Brunner en zig zag, e incisiones longitudinales en la línea media con Z-plastias; con estas últimas se logra buen resultado por la capacidad de ampliarse y proveer longitud a la piel acortada. Las incisiones transversas tienen la ventaja de no dejar una vía para la forma- ción de cicatrices contráctiles longitudinales, pero pueden formar hematomas y, en caso de no poderse cerrar primariamente, requieren de injertos de espe- sor total. La dermofasciectomía tiene utilidad cuan- do existe acortamiento cutáneo, en casos de recu- rrencia o en diátesis.22,25 En la fascia pueden realizarse fasciotomía o fas- ciectomías. La fasciotomía percutánea libera la ten- sión sin quitar la fascia enferma, pero está asociada a un alta recurrencia. La fasciectomía limitada se aso- cia con mínima morbilidad, aunque también existen recurrencias.20 La fasciectomía regional es la más realizada; consiste en resecar toda la fascia enferma de la palma y dedos por disección longitudinal. La fasciectomía extensa o radical tiene una recidiva baja, pero una morbilidad elevada.6 La recurrencia después de tratamiento quirúrgico depende de las características del paciente, de las en- fermedades asociadas, del procedimiento elegido y del tiempo de seguimiento. Son más frecuentes en pacientes con diátesis.3,23 El 50% de los resultados dependen del tipo de fasciectomía y del cuidado postoperatorio con la ferulización y la terapia por tiempo adecuado.4 Las complicaciones oscilan entre el 17 y 20%. Generalmente son predecibles y guardan relación con la severidad de la enfermedad.4,6 Existen com- plicaciones intraoperatorias, entre ellas lesión del pa- quete neurovascular digital y lesión de la piel, así como postoperatorias: pérdida de la flexión, hemato- ma, necrosis cutánea, infección, edema, dehiscencia de herida y disestesias. En la mayoría de los casos de nuestra serie fue posible establecer antecedente de familiares caucá- sicos, algunos tuvieron factores asociados como diabetes y alcoholismo, lo cual concuerda con lo señalado en la literatura. Los dedos con mayor de- formidad y el grado de deformidad también coinci- dieron con lo publicado. La incidencia de compli- caciones resultó similar a las cifras reportadas en otros trabajos (17 y 19%);4,6 la mayoría se resolvie- ron sin necesidad de un procedimiento quirúrgico secundario. La frecuencia de recidivas también se encontró dentro de los límites de lo reportado (5%), aunque en algunos informes se ha notificado una frecuencia de hasta 30%.3 Consideramos que gran parte de los buenos resultados obtenidos y del ma- nejo rápido de las complicaciones se debió al es- tricto control posoperatorio, manteniendo la feruli- zación y la rehabilitación desde la segunda semana. El manejo cuidadoso de los tejidos durante la ciru- gía es importante para evitar las complicaciones producidas por el edema que frecuentemente se presenta después de la intervención quirúrgica; a su vez, la hemostasia cuidadosa evita la formación de hematomas que secundariamente pueden producir una complicación. Es importante conocer la anato- mía patológica de la enfermedad de Dupuytren por- que de ello dependerá gran parte del resultado; co- nocer estas estructuras durante la cirugía reflejará la adecuada exéresis del tejido afectado y, conse- cuentemente, al resultado del paciente. 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  • 9. Fernández VJM y cols. Enfermedad de Dupuytren An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (3): 117-124 MG 124 edigraphic.com 12. Alioto RJ, Rosier RN, Burton RI, Puzas JE. Comparative ef- fects of grown factors on fibroblasts of Dupuytren”s tissue and normal palmar fascia. J Hand Surg (Am) 1994; 19: 442. 13. Rayan GM, Parizi M, Tomasek JJ. Pharmacologic regulation of Dupuytren’s fibroblast contraction in vitro. J Hand Surg 1996; 21A: 1065-1070. 14. Bilderback KK, Rayan GM. Dupuytren’s cord involving the septa of Legueu and Juvara: A case report. J Hand Surg 2002; 27A: 344-346. 15. Umlas ME, Bischoff RJ, Gelberman RH. Predictors of neu- rovascular displacement in hands with Dupuytren’s disease. J Hand Surg (Br) 1994; 19: 664. 16. Hueston JT. Dupuytren’s contracture and occupation. J Hand Surg (Am) 1987; 12: 657-658. 17. Sanderson PL, Morris MA, Stanley JK, Fahmy NRM. Lipids and Dupuytren’s disease. J Bone Joint Surg (Br) 1992; 74-B: 923-927. 18. Noble J, Heathcote J, Cohen H. Diabetes mellitus in the aeti- ology of Dupuytren’s disease. J Bone Joint Surg (Br) 1984; 66-B: 322-325. 19. Arafa M, Noble J, Royle SG, Trail IA, Allen J. Dupuytren’s disease and epilepsy revisited. J Hand Surg (Br) 1992; 17-B: 221-224. 20. Badalamente MA, Hurst LC. J Hand Surg 2000; 25A: 629-636. 21. Pagnotta A, Specchia N, Soccetti A. Responsiveness of Du- puytren’s disease fibroblasts to 5 α-dihydrotestosterone. J Hand Surg 2003; 28A: 1029-1034. 22. Badalamente MA, Hurst LC. Collagen as a clinical target: Nonoperative treatment of Dupuytren’s disease. J Hand Surg 2002; 27A: 788-798. 23. Hurst LC, Badalamante MA. Non operative treatment of Du- puytren’s disease. Hand Clin 1999; 15: 97. 24. Ketchum LD, Donahue TK. The injection of nodules of Du- puytren’s disease with triamcinilone acetonide. J Hand Surg 2000; 25A: 1157-1162. 25. Rowley DI, Couch M, Chesney RB, Norris SH. Assessment of percutaneous fasciotomy in the management of Dupuytren’s contracture. J Hand Surg (Br) 1984; 9: 163. Premio Nobel de Medicina 1972 Rodney R. Porter Gerald M. Edelman “Por sus descubrimientos acerca de la estructura química de los anti- cuerpos”.