La sesión de entrenamiento se centra en mejorar la conducción del balón, los tiros a portería y los contraataques a través de varios ejercicios. Los jugadores practican la conducción del balón esquivando compañeros, tiros tras desmarques de ruptura, y contraataques donde deben mantener la posesión bajo presión o abortar los del equipo contrario. El entrenamiento culmina con un partido donde se aplican los conceptos trabajados.