Las malas hierbas compiten con los árboles frutales por agua y nutrientes, por lo que es importante controlarlas. Se pueden usar métodos mecánicos como el acolchado, corte de hierba o malla antihierbas, o herbicidas aplicados de forma selectiva. También se pueden mantener cubiertas vegetales entre los árboles, como gramíneas o leguminosas, que se cortan periódicamente para evitar la competencia. El control integrado de malas hierbas a través de métodos mecánicos y químicos