Jean-Baptiste Grenouille nace en París en 1738. Desde pequeño destaca por su extraordinario sentido del olfato. Usa su habilidad para aprender el oficio de perfumista, pero termina asesinando a varias mujeres jóvenes para capturar sus aromas y crear el perfume perfecto. Es arrestado y condenado a muerte, pero logra completar su perfume maestro antes de morir.