La guerra apache se debió principalmente a la llegada de los europeos a América, quienes trajeron enfermedades desconocidas para los indígenas, lo que provocó una gran disminución de la población nativa. Además, los conflictos por el territorio y los abusos de poder de los colonizadores europeos y estadounidenses llevaron a la casi extinción de las tribus indígenas en el siglo XIX, dejando solo alrededor del 1% de la población original.