El documento detalla seis estilos de liderazgo: autocrático, paternalista, esclavo, laissez-faire, democrático y teocrático. Cada estilo presenta características y enfoques distintos en la gestión del liderazgo, destacando la importancia del servicio y la vocación en el liderazgo cristiano, con el teocrático siendo el modelo ideal. El liderazgo efectivo se basa en la capacidad de los líderes para ser serviciales y motivar el crecimiento de su equipo, cumpliendo con requisitos espirituales y de carácter.