El positivismo clásico fue creado por el filósofo francés Augusto Comte, quien propuso que el conocimiento científico nos permite entender objetivamente los hechos a través del descubrimiento de leyes naturales. Comte argumentó que el conocimiento humano pasa por tres estados - teológico, metafísico y positivo - siendo este último el definitivo estado en el que la mente se atiene solo a los hechos y sus leyes.