El proceso administrativo de control consiste en supervisar las actividades para garantizar que se realicen según lo planeado y corregir cualquier desviación. Existen tres enfoques para diseñar sistemas de control: control de mercado, control burocrático y control de clan. El control es importante porque permite a los gerentes saber si se están cumpliendo los objetivos y tomar medidas correctivas si es necesario.