La Web 1.0 era estática con poca actualización, mientras que la Web 2.0 es dinámica y centrada en el usuario, permitiendo la creación y compartición de contenido. La Web 3.0 usa datos semánticos y tecnologías como inteligencia artificial para hacer la web más inteligible para las máquinas. La Web 2.0 puede aplicarse en educación mediante herramientas que facilitan el aprendizaje colaborativo y la creación y distribución de contenidos por parte de estudiantes y profesores.