El documento resume las nuevas recomendaciones de 2015 para la reanimación cardiopulmonar, incluyendo que la desfibrilación en los primeros 3-5 minutos de una parada cardíaca produce tasas de supervivencia del 50-70%, mientras que cada minuto de retraso reduce la supervivencia en un 10-15%, y que el soporte vital avanzado puede ser necesario si los primeros intentos de resucitación no tienen éxito.