La terapia de resincronización cardiaca mejora la función ventricular izquierda, la calidad de vida y reduce la mortalidad en pacientes con insuficiencia cardiaca y desincronización ventricular. Estudios como COMPANION y CARE-HF demostraron una reducción del riesgo de muerte del 20-40% con resincronización cardiaca. La terapia es efectiva tanto en pacientes con QRS ancho como angosto y se recomienda en pacientes con insuficiencia cardiaca clase II-IV.