La Guerra de Sucesión Española (1701-1713) enfrentó a Felipe de Anjou, apoyado por Francia y la Corona de Castilla, contra el Archiduque Carlos de Austria, respaldado por Inglaterra, Holanda y Austria. El Tratado de Utrecht (1713) reconoció a Felipe V como rey de España pero le hizo renunciar a posesiones en Flandes, Italia y la posible herencia francesa, cediendo además Gibraltar y Menorca a Inglaterra. El Tratado de Rastatt (1714)