El documento compara las características de las constituciones españolas de 1845 y 1856. La Constitución de 1845 establece un sistema conservador con sufragio censitario restringido, Cortes bicamerales controladas por la Corona, y limitaciones a los derechos y libertades. La Constitución de 1856, que no entró en vigor, proponía un sistema más progresista con sufragio universal masculino, mayor control parlamentario y reconocimiento de más derechos individuales.