La orina está compuesta principalmente de agua y sales. Su color amarillo se debe a la bilirrubina y puede variar según la ingesta de líquidos o alimentos. La orina normal contiene un 95% de agua, 2% de sales minerales, y 3% de urea y ácido úrico. El análisis de orina puede ayudar al diagnóstico de enfermedades como infecciones urinarias o problemas renales.