La comprensión lectora es un proceso activo que depende del bagaje experiencial y los conocimientos previos del lector, lo que influye en su capacidad para interpretar el texto. Aprender implica ajustar y integrar nueva información con conocimientos existentes, permitiendo una construcción personal del aprendizaje que favorece la memorización comprensiva. Para lograr una lectura eficaz, es fundamental que los lectores estén motivados y activos en su proceso de comprensión.