El sistema de control de tracción (ASR) controla el deslizamiento de las ruedas motrices durante la aceleración para mejorar la tracción. Funciona mediante sensores que detectan cuándo una rueda pierde adherencia y actúa reduciendo la potencia o frenando la rueda deslizante. Bosch fue el primer fabricante en producir este sistema en serie en 1986.