Un violinista interpretó una serenata de Schubert durante 5 minutos y 45 segundos en una estación de metro en Washington D.C. Mientras tocaba, varias personas se detuvieron a escuchar. Algunos cerraron los ojos. Una mujer sonrió. Un niño de 3 años se quedó muy quieto. La interpretación del violinista dejó a los presentes conmovidos por la belleza de la música.