Pablo 05

Os exhorto hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.

Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.

P ABLO Apóstol de Cristo Jesús

El número de miembros de las comunidades de Pablo en cada ciudad era manifiestamente minoritario. Si la comunidad de Corinto llegaba a reunir 100 personas los habitantes superaban el medio millón Desequilibrio en la influencia recíproca

¿Cómo hacer frente a esa situación? Esta consulta fue hecha a Pablo por medio de una carta. RESPUESTA 1 (carta no conservada): Recomendación de una actitud de separación . RESPUESTA 2 (1 Co 5,9-11): Aclaración : «Al escribiros en mi carta que no os relacionarais con los impuros de este mundo, no me refería a los impuros de este mundo en general o a los avaros, a ladrones o idólatras. De ser así, tendríais que salir del mundo. ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, ultrajador, borracho o ladrón » la comunidad cristiana está llamada a vivir su propia experiencia de fe en medio del mundo, lejos de todo sectarismo.

« No os acomodéis al mundo presente » Las guerras y las conquistas a finales de la era repubicana (s.I aEC) produjeron grandes cambios en la sociedad romana. Aparecieron nuevos ricos la multiplicación de esclavos deja mucho tiempo libre para el vicio. Quedan atras los tiempos fundacionales de la República, donde los senadores eran campesinos. Es la sociedad en la que predica Pablo. «La Grecia conquistada comenzó a su vez a cautivar al Lacio inculto con sus artes» Horacio, Epistolario II,1,156-157

« No os acomodéis al mundo presente » Quedan atrás los tiempos fundacionales de la República, donde los senadores eran campesinos «Los dioses, viéndose olvidados, han enviado mil males al deplorable Occidente... Años fecundos en crímenes ensuciaron primero el matrimonio, la raza, las casas; de esa fuente se derivó el azote que se extendió sobre la patria y el pueblo. La doncella precoz aprende con gozo las danzas lascivas de Jonia, se forma en el arte del engaño y ya desde su más tierna infancia se prepara para los amores impuros. Luego, busca en la misma mesa en donde bebe su marido amantes más jóvenes; y no escoge al hombre que recibirá de ella, aprisa, goces prohibidos, sino que, con la complicidad de su marido y delante de él, siguiendo las órdenes de un rufián, va a buscar al patrono de un barco español, que paga su deshonor con prodigalidad…

Las costumbres ya no son las de antes Quedan atrás los tiempos fundacionales de la República, donde los senadores eran campesinos … Ella no ha nacido de aquellos padres que en su juventud tiñeron el mar de sangre púnica, que derribaron a Pirro y a Antíoco, el gran rey, y al siniestro Aníbal. Aquellos eran la descendencia viril de soldados rústicos, formada en romper los terrones con azadones sabinos, que a la menor señal de una madre rígida regresaban con la madera cortada a la hora en que el sol desplazaba la sombra de las montañas y quitaba el yugo a los cansados bueyes, devolviendo con la huida de su carro la hora amiga». Horacio, Odas III,VI,17-44

El maestro de retórica Quintiliano (final del siglo I EC) ya enseñaba que la escuela no puede suplir lo que el hogar debe consolidar desde el comienzo de la vida. El ejemplo de la familia en la educación «¡Quieran los dioses que no corrompamos nosotros mismos las costumbres de nuestros hijos! Desde la cuna encaprichamos a los pequeños con toda clase de mimos. Esta educación bonachona, que llamamos indulgencia, rompe todos los resortes del espíritu y del cuerpo. ¿Qué no deseará, cuando sea mayor, el que ha gateado sobre la púrpura? Apenas el niño articula sus primeras palabras, distingue ya lo que es escarlata y está ya pidiendo la púrpura. Formamos su paladar antes que su boca. Crecen en las literas; si tocan tierra, hay manos que los recogen por ambos lados y los sostienen. Nos llenamos de gozo si consiguen pronunciar una palabra con cierta libertad; acogemos con risas y besos ciertos términos (palabrotas) que no deberíamos admitir ni entre los alejandrinos…

El maestro de retórica Quintiliano (final del siglo I EC) ya enseñaba que la escuela no puede suplir lo que el hogar debe consolidar desde el comienzo de la vida. El ejemplo de la familia en la educación … pero estas palabrotas nos deleitan sobremanera. ¡No es extraño que así sea! Se los hemos enseñado nosotros, se los hemos hecho oír, ven a nuestras amigas y a nuestros amiguitos, los banquetes resuenan con canciones obscenas, presencian espectáculos que daría vergüenza describir. De ahí nace una costumbre, luego una segunda naturaleza. Los pobrecitos aprenden estas cosas antes de saber qué son los vicios; así, blandos y sin fuerza alguna, no aprenden realmente esas cosas en las escuelas, sino que las traen a ellas...» Quintiliano, Instituciones oratorias I,2,6-7

« Transformaos mediante la renovación de vuestra mente » Pablo contrapone los «frutos del Espíritu» a las «obras de la carne» en un catálogo de vicios, enumerando, entre las obras que han de ser superadas formas de conducta condicionadas biológicamente por el instinto sexual o por las tendencias consumistas y agresivas «ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros» (Gal 5,15). «Se sabe bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza» (Gal 5,19-21). Si fuesen los únicos principios rectores de la conducta humana, nuestros lugares de vida no serían otra cosa que la selva donde sobrevive el más apto.

«Háganse servidores los unos de los otros, por medio del amor» (Gal 5,13). « El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí » (Gal 5, 22-23). La carne y el Espíritu En lugar de ellos ha propuesto como superación otro tipo de impulso, no destructivo sino constructivo, que es un instinto divino. Éste permite desarrollar comportamientos PRO-SOCIALES y edificar una comunidad. «Déjense conducir por el Espíritu de Dios» (5,16).

«Pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación. En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal» (Rom 13,1-3). « DAD A cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien temor, temor ; a quien honor, honor » (Rom 13,7) «Lo del César, DEVOLVÉDSELO al César, y lo de Dios, a Dios» (Mc 12,17) Reconocimiento a las autoridades del Estado Pablo no intenta cambiar las estructuras del Estado, pero sí aspira a una transformación social Pablo no entendía a la Iglesia como interlocutora del poder político. Pero sí como lugar de experiencias sociales innovadoras, constructoras de fraternidad Al César A Dios « apódote »

El Imperio Romano unificó el Mediterráneo y estableció un poder capaz de modelar una cultura común. Ésta fue el helenismo. Puesto que la lengua comúnmente empleada (gr. Koiné ) era el griego, todos aquellos que no eran capaces de hablarlo eran contados despectivamente entre los bárbaros. Este mundo helenizado fue preparando con su cultura, de la cual el Occidente moderno ha recibido una fundamental herencia, el terreno en el cual se extendería el judaísmo, primero, y el cristianismo, después. La Oikoumene

Acercamiento teológico entre judíos y gentiles Crítica de los cultos tradicionales PROFETAS FILOSOFOS A pesar de su fundamentación en la tradición de Moisés, los sacrificios serán criticados por los profetas. «YHWH quiere amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos» (Os 6,6). «Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh de ti reclama: tan sólo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios» (Miq 6,6-8). «No le agrada el sacrificio, el holocausto no lo acepta. El sacrificio es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, Dios, no lo desprecia» (Sal 51,18-19). «Los varones justos con un poco de barro y con humildes vasos de tierra muestran su religión. Al contrario, los malos no purifican su impiedad aunque llenen los altares de mucha sangre» (Séneca, Los Beneficios I,6,3).

Acercamiento teológico entre judíos y gentiles Crítica a la idolatría PROFETAS FILOSOFOS De la monolatría (adoración exclusiva a YHWH) se pasa al monoteísmo : los otros dioses no son rivales, son nada. Adorarlos no es infidelidad, sino iracionalidad « Todos a la par son estúpidos y necios: lección de madera la que dan los ídolos. Plata laminada, de Tarsis importada, y oro de Ofir; hechura de maestro y de manos de platero (de púrpura violeta y escarlata es su vestido): todos son obra de artistas. Pero Yahveh es el Dios verdadero; es el Dios vivo y el Rey eterno. Cuando se irrita, tiembla la tierra, y no aguantan las naciones su indignación. » (Jer 10,8-10). «Sócrates fue condenado porque echaba por tierra a los dioses… También Diógenes hizo no sé qué burla de Hércules y el cínico romano Varrón introdujo en escena trescientos Joves (Júpíteres) descabezados» (Tertuliano, Apologético 14)

LLegaron a reconocer detrás de los distintos nombres de los dioses a la única divinidad que se difunde por todo el universo. Relectura de las mitologías y de los cultos tradicionales «Tú, el más glorioso de los inmortales, a quien invocamos con tantos nombres, eternamente todopoderoso, Zeus, autor de la naturaleza, que gobiernas todo con tu ley, te saludo: pues todo hombre, sin impiedad, puede invocarte, ya que de ti venimos, pues solos, entre todos los mortales que viven y se mueven en la tierra, hemos recibido el son de la palabra para designar las cosas... ¡Oh Zeus, dador de todo bien, dios de las oscuras nubes!; tú, que mandas al rayo, salva a los hombres de su triste ignorancia; échala, padre, lejos de nuestros corazones, haznos obtener ese recto juicio en que te apoyas para gobernar con justicia todo el universo». Cleantes, Himno a Zeus

LLegaron a reconocer detrás de los distintos nombres de los dioses a la única divinidad que se difunde por todo el universo. Relectura de las mitologías y de los cultos tradicionales «Los antiguos ven en Júpiter el señor y guardián del universo, el alma y el espíritu del mundo, el soberano y autor de la creación. Todos los nombres le van bien. ¿Quieres llamarlo destino? No te engañas, puesto que de él dependen todas las cosas. ¿Quieres llamarlo providencia? Dices bien, pues su sabiduría atiende a las necesidades de este mundo, le hace llegar sin fallo alguno al final de su tarea y cumplir con sus funciones. ¿Quieres llamarlo naturaleza? No te equivocas, puesto que de él todo ha nacido y es su soplo el que nos hace vivir». Séneca, Cuestiones naturales II,45 SENECA Esta búsqueda intelectual justificaría la doctrina de Pablo, según la cual todos los hombres pueden descubrir la presencia de Dios, porque: «desde la creación del mundo deja ver a la inteligencia, a través de sus obras, su poder eterno y su divinidad» (Rom 1,20).

Búsqueda de Dios por el camino de la interioridad A través de la conciencia del hombre se podía comprobar un orden moral universal que iba más allá del tiempo y las culturas «Existe ciertamente una verdadera ley: la recta razón. Es conforme a la naturaleza, extendida a todos los hombres; es inmutable y eterna; sus órdenes imponen deber; sus prohibiciones apartan de la falta... Es un sacrilegio sustituirla por una ley contraria; está prohibido dejar de aplicar una sola de sus disposiciones; en cuanto a abrogarla enteramente, nadie tiene la posibilidad de ello». Cicerón, La República III,22,33 «Dios está cerca de ti; está contigo; está en ti. Sí, Lucilo; un espíritu sagrado reside dentro de nosotros mismos, observando y controlando el mal y el bien de nuestras acciones. Nos trata como le tratamos a él. Nadie es realmente un hombre de bien sin la intervención de Dios. Entonces, ¿quién podría superar la fortuna si no recibiera ayuda de él? El es el que inspira los grandes y heroicos designios. En el corazón de cada hombre de bien habita un dios. ¿Quién es? No lo sabemos; pero es un dios». Séneca, Cartas a Lucilio IV,41,1-2 CICERON

Búsqueda de Dios por el camino de la interioridad A través de la conciencia del hombre se podía comprobar un orden moral universal que iba más allá del tiempo y las culturas Y en la misma línea Pablo afirmaría que la voluntad que Dios había revelado al pueblo hebreo mediante la Ley de Moisés no era otra cosa que el orden moral universal, que Dios comunicaba a cada hombre a través de su conciencia: «Cuando los gentiles, que no tienen la Ley, guiados por la naturaleza, cumplen las prescripciones de la Ley, aunque no tengan la Ley, ellos son ley para sí mismos, y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa» (Rom 2,14-15). En su interior el hombre escucha la voz de Dios que le manifiesta su llamada y que lo hace alejar del mal.

La experiencia del Areópago El relato de la predicación en el Areópago de Atenas con mucha frecuencia se presenta como un modelo de evangelización mediante el diálogo con la cultura, concretamente con los filósofos. De ahí que se hable con frecuencia de los «nuevos areópagos» donde debe predicar la Iglesia en la actualidad. «Todo está lleno de Zeus, las calles y plazas donde se reúnen los hombres, el amplio mar y los puertos; en cualquier lugar adonde vayamos, todos necesitamos de Zeus. SOMOS INCLUSO DE SU RAZA . Y él, como un amorosísimo padre, da a los hombres signos propicios, nos anima al trabajo, recordándonos la preocupación del pan cotidiano». Arato, Fenómenos Profesión de fe panteísta, típica del culto estoico a Zeus Pero el libro de los Hechos nos muestra que el discurso fue un fracaso, a pesar de haber citado un fragmento de Los Fenómenos de su compatriota Arato:

Diferencia de perspectivas “ Qué tienen en común Atenas y Jerusalén? (Tertuliano, La prescripción de los herejes 7,9 El Apóstol será considerado por epicúreos y estoicos como El Apóstol será considerado por judíos y prosélitos como Pablo en Atenas Pedro en Jerusalén « charlatán » y «predicador de divinidades extranjeras » con el corazón compungido dijeron: «¿Qué hemos de hacer, hermanos ?» «Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham » (Hech 3,25). «no tenían otro pasatiempo que el de transmitir o escuchar la última novedad» (Hech 17,21). «porque Pablo anunciaba a Jesús y la resurrección » (Hech 17,18). «Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y CRISTO a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado» (Hech 2,36-37)

Mensaje de la cruz Para Pablo la FE no es CONOCIMIENTO del ser divino , sino CONFIANZA en su obrar salvífico : «Si crees en tu corazón que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos serás salvado» (Rom 10,9). CORINTO ATENAS “ Hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios, pues no quise saber entre vosotros sino a Jesucristo, y éste crucificado” (1 Co 2,1-2). METAFÍSICA SOTERIOLOGIA Corinto Atenas

Mensaje de la cruz «El mensaje de la cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es fuerza de Dios (...) Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría , nosotros predicamos un MESÍAS CRUCIFICADO , para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios » (1 Co 1,18.22-24). La cruz significa el encuentro de la sabiduría y del poder divino con la debilidad y la miseria humana. Lo mismo que el Padre resucitó al Crucificado, signo histórico de impotencia y de infamia, así rescata al hombre que, al creer, reconoce su impotencia para salvarse y se abre al proyecto salvífico de Dios Formas de redención humanas judíos griegos dynamis sophía

El Crucificado: sabiduría, justicia, santificación y redención Para Pablo la afirmación de la cruz no pretende establecer puentes con la cultura de su tiempo, sino que subraya con fuerza la contraposición con la sociedad. « Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente , que dominaba las Escrituras… d esde que llegó a Corinto fue de gran ayuda, por la gracia de Dios, para aquellos que habían abrazado la fe, porque refutaba vigorosamente a los judíos en público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús es el Mesías» (Hech 18,24-28). «No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio. Y no con palabras sabias , para no desvirtuar la cruz de Cristo. Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.» (1 Co 1, 17-18). contraposición entre la « sabiduría de la palabra » y la « palabra de la cruz » «Alexamenos adora a su Dios». Grafitti burlesco en el Palatino, Roma «Yo soy de PABLO », «Yo de APOLO » (1 Co 1,12)

Las religiones de los misterios Originarias de Oriente de creciente popularidad en todo el ámbito mediterráneo tenían en común un marcado interés por el rito, al que se le reconocía una eficacia sacramental . Realizados en secreto, a estos cultos se ingresaba mediante ceremonias de iniciación reservada a unos pocos. Al mysta (iniciado) se le imponía la obligación de no revelar lo que ha experimentado. El iniciado, purificado a lo largo de varias pruebas, tenía el sentimiento de salvarse en un encuentro personal con la divinidad. El Imperio había tratado de encauzar estos cultos contrarios a la tradición, por juzgarlos demasiado ruidosos e inmorales. En el ritual de los misterios se encontraban, de hecho, cosas de la mejor y de la peor especie: procesiones tumultuosas, música frenética, cánticos lánguidos. Todo ello mucho más atractivo que el formalismo de la religión tradicional de Roma. Paralela a la búsqueda racional de la divinidad propia de los filósofos Búsqueda que mística, o más propiamente MISTÉRICA .

Las religiones de los misterios Los iniciados participaban del destino de vida resucitada del dios, personificación de las fuerzas de la naturaleza renovada después del período de muerte invernal. «Una noche determinada acuestan boca arriba en unas angarillas la estatua [del dios] y se entona el lamento fúnebre, repartidos los llantos entre la gente. Después, cuando se han saciado de la ficticia lamentación, se traen luces. Un sacerdote unge a partir de este momento las bocas de todos, susurrando, una vez terminada la unción, con lento murmullo: «El dios se ha salvado. Consolaos vosotros, sus mistas; también para vosotros la salvación saldrá de vuestras penas». Fírmico Materno, Sobre los errores de las religiones profanas 22,1-3

Los misterios de Eleusis Cuando su hija Perséfone fue raptada por Hades y llevada al mundo subterráneo, el dolor de Deméter fue tan grande que descuidó la tierra; no crecieron plantas y hubo un hambre universal. Ante esta situación, Zeus pidió a su hermano Hades que devolviese a Perséfone. Pero antes de liberarla Hades le hizo comer unas semillas que la obligarían a volver con él durante cuatro meses al año. Feliz por recobrarla, Deméter hizo que la tierra produjese abundantes frutos. Sin embargo, su dolor retornaba cada otoño cuando su hija tenía que volver al mundo subterráneo. La desolación del invierno y la muerte de la vegetación eran consideradas como la manifestación anual del dolor de Deméter cuando le arrebataban a su hija. Gran relieve del Templo de Eleusis. «¡Cuán bienaventurados aquellos mortales que, tras ver estas iniciaciones, se marchan al Hades, pues allí sólo a ellos vivir les es posible; a los demás les aguardan todos los males! Sófocles, Fragmento 837

Los misterios de Cibeles «Vosotros galos que buscáis como desterradas una tierra extraña y, siguiendo mi ejemplo habéis despojado vuestro cuerpo de la virilidad por un odio sin medida contra Venus. ¡Alegrad vuestros espíritus con carreras precipitadas siguiendo a nuestra dueña!» Cátulo, Poemas LXIII, 1ss Cibeles se había enamorado del pastor frigio Attis, que era a la vez acosado por otras diosas. Ante su infidelidad, Cibeles lo enloqueció y él se castró, muriendo desangrado. Desolada, Cibeles lo resuitó. Los sacerdotes de este culto revivían exaltadamente las relaciones de sus divinidades quitándose los testículos Pablo aludirá a esta práctica difundida en Galacia para ridiculizar la propaganda de los judaizantes entre los gálatas en favor de la circuncisión: «¡Ojalá que se mutilaran los que os perturban!» (Gal 5,12).

«Bienaventurado el que conoce los misterios de los dioses, santifica su vida y consagra su alma en la procesión, danzando en las montañas con sacras purificaciones, y en las orgías de la gran madre Cibeles honra y agita el tirso, y coronado de hiedra sirve a Dionisio» Eurípides, Bacantes 73-83 Los misterios de Dionisio El culto de Dioniso o Baco estaba acompañado en Atenas por fiestas, procesiones y actuaciones musicales y dramáticas. En épocas posteriores, los misterios asociados con Dioniso se convirtieron en ocasiones para la embriaguez y la disipación. De acuerdo con la tradición, Dioniso moría cada invierno y renacía en la primavera. Para sus adeptos, este renacimiento cíclico, acompañado de la renovación estacional de los frutos de la tierra, encarnaba la promesa de la resurrección de los muertos.

«Fue Pacula Annia la primera que inicio varones en la persona de sus hijos... A partir de entonces, los ritos sagrados se hicieron en promiscuidad y se mezclaron los hombres con las mujeres; se produjo, por añadidura, el libertinaje de la noche y no se omitió en ellos crimen alguno o vergüenza alguna. Las cohabitaciones de los varones entre sí eran más abundantes que con mujer. Si algunos mostraban menos tolerancia con la deshonra o eran menos proclives al crimen, se los inmolaba como víctimas. No considerar nada como prohibido era entre ellos lo más importante de su religión... La muchedumbre de los devotos era ingente, ya casi otro pueblo; entre ellos había algunas personas nobles, varones y mujeres. En los dos últimos años se había establecido que no se iniciara a nadie mayor de veinte años: trataban de captarse las edades apatas para el error y el estupro». Tito Livio, Historia de Roma 34,13. Los misterios de Dionisio Fueron prohibidos en Tebas y posteriormente en toda Grecia. También en Roma el Senado intentó suprimirlos por decreto en 185 aEC.

Los misterios de Mitra Entre los antiguos persas Mitra aparece como el principal yazata o buen espíritu y gobernante del mundo. Se suponía que había matado al toro divino, de cuyo cuerpo muerto surgieron todas las plantas y animales beneficiosos para la humanidad. Tras la conquista de Asiria en el siglo VII aEC y de Babilonia en el siglo VI aEC, Mitra se convirtió en el dios del sol, que era venerado en su nombre. Los griegos de Asia Menor lo identificaron con Helios (el dios del sol) y colaboraron así en la difusión del culto. Semejanzas con los misterios cristianos «Mitra hace una señal en la frente a sus soldados; celebra también la oblación del pan, y presenta una imagen de la resurrección» Tertuliano, Prescripción de los herejes 46

El mitraísmo era parecido al cristianismo en muchos aspectos, por ejemplo en las ideas de humildad y amor fraternal, bautismo, rito de la comunión, consideración del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Mitra, y la creencia en la inmortalidad del alma, el juicio final y la resurrección. El mitraísmo difiere del cristianismo en la exclusión de las mujeres de sus ceremonias y en su disposición a transigir con el politeísmo. Sus numerosas similitudes, sin embargo, facilitaron la conversión de sus seguidores a la doctrina cristiana. Los misterios de Mitra

Pablo advertirá a los corintios sobre el riesgo de participar en los banquetes sagrados de los cultos mistéricos: «Yo no quiero que entréis en comunión con los demonios. No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios» (1 Co 10,20-21). «Por cierto que también esto enseñaron los perversos demonios que se hiciera en los misterios de Mitra; pues que en los ritos de un nuevo iniciado se presentan pan y un vaso de agua con ciertas recitaciones, o lo sabéis o podéis de ello informaros» Justino, Apología I ,66,4 Los misterios paganos y los misterios cristianos el mártir Justino recurrirá a la comparación del culto cristiano con los misterios de Mitra para explicar al emperador romano lo propio de la comunión sacramental de la celebración eucarística y para negar de toda vinculación entre el culto mitraico y el cristiano. A los ojos de los romanos los misterios eran orientales, como también el cristianismo

Los devotos de Cibeles recibían un bautismo de sangre de un toro, que representaba a Attis. La muerte de éste proporcionaba al iniciado nueva vida. La semejanza muestra que con total naturalidad los primeros cristianos aprovecharon la estructura sacramental (es decir, dotada de significación eficaz) para explicar y celebrar los ritos propios de su fe. Los misterios paganos y los misterios cristianos Primitivamente los Apóstoles administraban el BAUTISMO como un signo público de aceptación de Jesús como Mesías , «para remisión de los pecados y para recibir el don del Espíritu Santo» (Hech 2,38). Posteriormente Pablo explicará el mismo rito al modo de la iniciación mistérica, es decir, como una participación en el destino de muerte y resurrección de Jesús , muy semejante al profesado en las religiones de los misterios «¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante» (Rom 6,3-5).

La semejanza muestra que con total naturalidad los primeros cristianos aprovecharon la estructura sacramental (es decir, dotada de significación eficaz) para explicar y celebrar los ritos propios de su fe. Los misterios paganos y los misterios cristianos El gesto de Jesús en la última CENA era una referencia directa a su muerte en la cruz, y significaba: la «sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados» (Mt 26,28). Independientemente de los sacrificios del Templo, se iniciaba con la Pasión de Jesús una Alianza con Dios distinta a la del Sinaí A esta significación recibida por tradición (1 Co 11,23-26) Pablo le asignará, además, una interpretación de tipo sacramental o mistérico : «La copa de bendición que bendecimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?» (1 Co 10,16). «No tomamos estas cosas como pan común ni bebida ordinaria, sino que, a la manera que Jesucristo, nuestro Salvador, hecho carne por virtud del Verbo de Dios, tuvo carne y sangre por nuestra salvación; así se nos ha enseñado que por virtud de la oración al Verbo que de Dios procede, el alimento sobre el fue dicha la acción de gracias –alimento de que, por transformación, se nutren nuestra sangre y nuestras carnes- es la carne y la sangre de aquel mismo Jesús encarnado». Justino, Apología I 66,2.

Los misterios paganos y los misterios cristianos Todo esto no significa que Pablo o el cristianismo primitivo copiaran sus ritos literalmente de aquellas religiones de creciente popularidad. Pero ciertamente adecuaron la celebración de la fe en Jesús a los misterios que encontraron en el mundo religioso grecorromano, sobrepasándolos en su significación. La disciplina del silencio «Cuando se expone la catequesis, si algún catecúmeno te pregunta qué dicen los que enseñan, tú no digas nada a uno de afuera, porque te estamos transmitiendo misterios y la esperanza de la vida eterna. Guarda el misterio para el que te pagará la recompensa. No suceda que alguna vez alguien te diga: «¿Qué daño te hace que yo también aprenda?». También los enfermos piden vino, pero si se les da inoportunamente les produce delirios y se siguen dos males: el enfermo muere y el médico se desacredita». Cirilo de Jerusalén, Catequesis previa 12.

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