El documento enfatiza la importancia de la experiencia del cliente, definiéndola como la respuesta subjetiva de los clientes a los contactos con una empresa. Se distingue entre gestión de la experiencia del cliente (CEM) y gestión de relaciones con los clientes (CRM), destacando que una alta prioridad en la experiencia del cliente requiere cambios en la estructura y procesos de la empresa. Se concluye que la insatisfacción del cliente es peligrosa y que las empresas deben comprender mejor las emociones y pensamientos de los clientes para lograr una verdadera satisfacción.