El documento discute las implicaciones pedagógicas del lenguaje integral. Propone que los docentes asuman un enfoque más autónomo y flexible para enfrentar los métodos tradicionales, comprometiéndose con el cambio, la innovación y el uso de materiales diversos. También sugiere integrar las áreas del currículo y considerar el lenguaje como eje transversal para desarrollar habilidades como la lectura, escritura y expresión oral de una manera relacionada y significativa.