El documento describe cómo la energía solar y las precipitaciones afectan los ecosistemas. Los ecosistemas cercanos a la línea ecuatorial como los bosques tropicales reciben más luz solar e intensas lluvias superiores a los 1000 mm anuales, lo que permite una alta humedad. En contraste, los desiertos reciben poca lluvia entre 5 a 250 mm anuales y tienen una baja humedad, obligando a las plantas y animales a adaptarse para almacenar agua.