Barcelona - Ciudad sin ley
Una de las peleas habituales entre bandas de delincuentes el El Raval Los vecinos de Barcelona están hartos. La situación ha empeorado notablemente desde julio del 2017, cuando el Tribunal Supremo interpretó restrictivamente la agravación de las penas de hurto aprobada en el 2015. De acuerdo con esa reforma, apropiarse de algo ajeno sin usar la violencia e intimidación se castiga con multa si lo sustraído no supera los 400 euros. Pero en el caso de que el ladrón sea multirreincidente (al menos tres condenas firmes en los seis meses previos), la pena pasaba a ser de tres años de prisión. El alto tribunal entendió que ese salto en la condena no podía aplicarse cuando los antecedentes sean por delitos leves como el caso de los carteristas. Por ejemplo, otros hurtos de 400 euros. A su juicio, es necesario que se trate de delitos denominados menos graves, que sí conllevan prisión a partir de tres meses, como los hurtos de más valor. Los comerciantes, en primera línea de calle, ...